Hacer un Plan de oración

Habacuc 2:1

“*Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja*”

 

La oración busca una comunicación con Dios a travésde su hijo Jesucristo.

Sabiendo que Dios es glorificado cuando nos acercamos a Él en comunión íntima. Sin embargo, muchas veces nuestra vida de oración no es constante.

 

En el Antiguo Testamento, Habacuc vio como su nación era dominada por otra.

Quería saber por qué Dios lo permitía. Así que hizo estas cuatro cosas para saber lo que Dios haría.


busca un lugar apartado


Habacuc buscó un lugar para encontrarse con Dios a solas. Una razón por la que no escuchas hablar más a Dios es porque estás rodeado de ruido. Siempre tienes la televisión encendida, los auriculares puestos o el celular sonando. En Lc. 5:16 dice: “*Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba*”. Jesús solía estar solo para escuchar mejor. Si él lo necesitaba, nosotros también.

aprende a calmarte despues de retirarte


Después de retirarte, necesitas calmar tus pensamientos, emociones y estar en calma. Muchos no escuchamos a Dios porque estamos demasiado acelerados. En Sal. 46:10 dice: “*Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra*”. Si quieres escuchar a Dios hablar, no deberías simplemente alejarte. Debes calmarte mental, emocional y físicamente

empieza a mirar a menudo a Dios


A menudo Dios nos da una imagen mental de lo que quiere decirnos. Hay cientos de ejemplos de esto en las Escrituras. En Hch. 10:11 dice: que mientras Pedro oraba “*y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra*”. Dios muestra una imagen mental en la mente de las personas mientras oran y esto solo puede suceder cuando tienes tus ojos espirituales abiertos.


toma nota

Registra las ideas que Dios te va dando. Habacuc hizo esto. Dice en Hab. 2:2 “*Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella*”. A muchas personas no les gusta orar porque terminan repitiendo lo mismo una y otra vez. Una forma de solucionar esto es escribir tus oraciones tal como las piensas. Esto te ayudará a mantenerte alerta y enfocado. Una oración no es repetición de palabras.

 

Si quieres tomarte unas vacaciones, no te levantas una mañana y dices “*Nos vamos hoy*”. No tendrás nada preparado. No sabrás adónde ir porque no hay nada planeado. Igualmente, si tu vida de oración no tiene un plan no irá a ningún lado.

 

El mundo a tu alrededor es tan ruidoso que nunca puedes escuchar la voz apacible y delicada de Dios. Es por ello que todos necesitamos un lugar apartado y tranquilo para conectarnos con Dios. Luego, relaja tu cuerpo y espera. A medida que tu cuerpo se relaja, también lo hace tu mente.

 

Hermana/o, comienza a practicar en ver las impresiones que Dios te va dando en tu mente y luego escríbelas, te ayudará a recordar lo que Él te ha dicho. Así no tendrás que aprender la misma lección una y otra vez.

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